Desde el miércoles las previsiones habían calculado algo de lluvia también para nuestro rincón de la isla. A veces algo más, a veces algo menos, para las horas a lo largo de la noche y para a lo largo del día. Aunque hasta día de hoy no nos ha llegado nada. Evidentemente los informes meteorológicos están saturados con la actual situación, es un constante subir y bajar. Esta sensación se volvió más fuerte cuando ayer, en vez de sentir una brisa de once nudos en la bahía, de repente eran dieciocho e incluso más.
Al Sábado pues una lluvia intensa de tormenta. Aunque breve. Todos esperaban con una sensación de euforia el primer día con doce horas seguidas de sol, resultó no ser el caso de una amanecida a las 7:14, y atardecer a las 19:14 horas. Ha llegado la hora de que nuestras puertas se mantengan abiertas media hora más. Aun así seguiremos sin certeza de lo que nos espera con respecto a nuestro pasatiempo favorito en nuestra bahía. Cada tanto las páginas que marcan la fuerza del viento quedan en blanco, indicándonos resultados totalmente variados. De nada nos podemos fiar en este momento. Ha llegado la hora de hacer como en los viejos tiempos cuando aún no existían estas tecnologías avanzadas…

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