A algunas personas les afecta la circulación. Otras se quejan por las mucosas inflamadas. Pero por lo visto los que más sufren son los ordenadores. Cada tanto sacan previsiones durante las tormentas desérticas que no suelen coincidir en absoluto. En estas, los vientos procedentes del oeste se convierten en vientos del este y los días pesados sin ni una sola brisa se convierten en los días más espectaculares para planear.
Tenemos que aguantarlo como guerreros. Al menos por la tarde se levanta lo suficiente para sacar las tablas grandes y velas con las mismas características. Aunque aparentemente el final se ve cerca. La corriente general girará a “nuestra” dirección habitual noroeste, y las temperaturas bajan de tres a cuatro grados, qué alivio.
Si no estamos completamente equivocados nos esperan unas alegres semanas. Más allá es una subida y bajada peor que una montaña rusa. Aún no podemos asegurar nada hasta entonces. Pero sobre todo esperamos que las últimas previsiones sacadas a las 6:00 del día 17 fueron un pequeño accidente que no se cumplió. Un final de mes así no lo desearíamos por nada en este mundo. Ni para nosotros ni para nuestros clientes.

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